Esta semana se anunció la incorporación de algunos municipios del estado de Aguascalientes a la indicación geográfica de la DOP del Mezcal.
Revive el eterno debate de ¿Cuáles deberían ser los requisitos para otorgar dicha denominación?, ¿Qué estados del país, tienen tradición mezcalera? o simplemente ¿Qué entiende cada quién por Tradición Mezcalera?
Volvemos al punto donde nos hemos encontrado cada que un estado se adhiere a dicha denominación, donde algunos productores de estados como Guerrero, Oaxaca sienten vulnerada su ancestralidad evocando un derecho de antigüedad para exigir la exclusividad del Mexcalli
Parece haberse borrado de la memoria colectiva que hace menos de 10 años, el Consejo Regulador del Mezcal junto con la cerveceras, quisieron obligar a los apestados a usar el termino Komil, palabreja que en aquella intentona quisieron imponer para desginar a todo aquel destilado de agave, no perteneciente a alguna Denominación de origen.
Vale entonces la pena recordar como define el mismo gobierno mexicano la Denominación de Origen "Entendemos como denominación de origen, el nombre de una región geográfica del país que sirva para designar un producto originario de la misma, y cuya calidad o características se deban exclusivamente al medio geográfico".
Y es que ciertamente la geografía de Sinaloa poco tiene que ver con la de Oaxaca, o con la del norte de Guerrero; Sin embargo es innegable que historica y sociológicamente el mexicano de punta a punta ha estado ligado culturalmente al cultivo, cocción y destilación de los magueyes.
Es entonces que sin tomar en cuenta la ambivalencia de las denominaciones de origen, que celebrando la incorporación hidrocálida, vuelve a ser pertinente preguntarnos sino es más fácil regresar al origen, llamarle mezcales a todos los destilados del maguey y ponerles entonces sí, el apellido regional que más convenga.